Fortu Prado
Hay muchos mensajes en botellas que son arrojados al mar. Algunos llegan a algún desconocido y otros se pierden en la inmensidad del océano, llevando consigo pensamientos, inquietudes, desamores o esperanza. Un mensaje escrito, cuidadosamente introducido en un recipiente, con la intención de que alguien lo encuentre, lo lea y reciba ese sentimiento o inquietud.
Pero, ¿qué pasa con una bala perdida? Al igual que la botella, puede perderse en algún lugar, incrustarse en un árbol o, dada la naturaleza de su trayecto, encontrar a un desconocido. Sin embargo, el sentimiento del remitente dudo mucho que se parezca al de la botella, y es aún menos probable que haya un mensaje en su interior.
Hace aproximadamente cuarenta años, cuando era un niño de doce años, me convertí en el destinatario de un encuentro fortuito con una bala sin mensaje. El azar me hizo partícipe de una experiencia trágica, y, queridos lectores, esa persona soy yo.
Mi infancia, a raíz de ese suceso, fue singular. Lo mejor en ese momento fue la doctora que me atendió. Después de casi nueve horas en el quirófano, logró recomponer mi cara y extraer el proyectil que rebotó casi milagrosamente en un hueso de mi craneo y se alojó en mi ojo derecho. Sin embargo, lo peor vendría después…
Las operaciones posteriores y dificultades que atravesé marcaron profundamente mi vida. Esa experiencia me enseñó, de una manera dolorosa, la importancia de la resiliencia y el crecimiento personal. Aunque los desafíos fueron numerosos, también me convertí en una persona más fuerte y determinada. Y ahora, con el paso del tiempo, puedo decir sin lugar a dudas que esa bala perdida sí traía un mensaje, aunque no era visible en aquel momento.
Desde entonces, ha sido una persona curiosa, con un deseo insaciable de aprender. Aunque mis estudios académicos no fueron los más destacados, mi semilla de conocimiento nunca se apagó. Me sumergí en el autoaprendizaje, explorando áreas que me apasionan, como la salud y la transformación personal.
A lo largo de mi vida profesional, he recorrido diversos caminos, lo que me ha permitido desarrollar una visión amplia y multidisciplinaria.
De esta pasión nació Sanidad Plena , un proyecto dedicado a proporcionar material de calidad sobre salud y bienestar. Aquí, combinamos experiencia y aprendizaje con un enfoque accesible, siempre buscando contenido práctico y valioso que pueda marcar una verdadera diferencia en la vida de nuestros lectores.
Mi objetivo es que Sanidad Plena sea una herramienta para aquellos que desean mejorar su salud y alcanzar una vida más plena.
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